La semana pasada tuve la oportunidad de ser un poco guiri (extranjera) en mi propio país e ir a la Tomatina, algo mucho más popular para extranjeros que para españoles. ¿Sabéis qué es la Tomatina de Buñol?
La Tomatina coincide con la fiesta del santo patrón de la ciudad que se celebra en el transcurso de una semana. El miércoles de esa semana de fiestas, que es siempre el último miércoles de agosto, tiene lugar la Tomatina, una batalla de tomates en plena plaza del pueblo y alrededores.
El último miércoles de agosto del año 1945 un grupo de jóvenes presenciaba el desfile de gigantes y cabezudos en Buñol, un municipio de Valencia. Los chicos decidieron hacerse un hueco dentro de la comitiva de un desfile con músicos, gigantes y cabezudos. Al unirse los jóvenes, se cayó un participante que empezó a golpear todo lo que encontraba a su paso. De esta forma tan casual empezó la tomatina: allí había un puesto de verduras donde la gente empezó a tirarse tomates hasta que llegó la policía.
Al año siguiente, los jóvenes se animaron a repetirlo de forma voluntaria y llevaron los tomates de su casa. Aunque la policía disolvió en sucesivos años la celebración, los buñolenses siguieron haciéndola. La Tomatina fue prohibida a principios de los 50 por no gustar a las autoridades franquistas, cosa que no hizo cambiar la opinión de sus participantes que llegaron a ser, incluso, detenidos. La fiesta volvió a ser cancelada hasta 1957. Finalmente se permitió la Tomatina y se instauró la fiesta de forma oficial.
Desde entonces, se ha convertido en una fiesta muy popular con participantes viniendo de todo el mundo. Se considera la segunda fiesta española más conocida, después de sanfermines.
El éxito llevó a que la Tomatina de Buñol fuera declarada en 2002 Fiesta de Interés Turístico Internacional por la Secretaría General de Turismo.
Desde 2013 se limitó la entrada y ahora cuesta 10 euros acceder y solo pueden participar 22000 personas por motivos de seguridad.
En el evento se lanzan más de 160000 kilos de tomate maduro desde camiones, que cuestan al ayuntamiento 36.000 euros. Los organizadores calculan que el 65% de los participantes son extranjeros, con mucha presencia de australianos e indios.
La fiesta empieza en la plaza, donde hay una pata de jamón colgada de un palo untada en grasa, y los jóvenes intentan subir al palo para cogerla. Cuando lo consiguen, alrededor de las 11 de la mañana empieza la fiesta y los camiones recorren las estrechas calles de Buñol rebosantes de turistas y locales.
La gente desde los balcones tira agua a la multitud para ayudar a soportar el calor. Las puertas de las casas, de los bares, de las tiendas, están cerradas para que no se manchen.
El suelo se llena de tomates y los participantes los lanzan en una divertida batalla. Después de 6 camiones y de disfrutar la batalla, toca buscar una ducha para quitarse el tomate y continuar con la fiesta. Además, tiene lugar una afterparty en Chiva con más de 3000 personas. Si os interesa participar el año que viene, podéis ver los packs de la empresa https://www.festivalsallaround.com/tomatina-festival/ con la que he ido a la Tomatina este año y he tenido una experiencia genial.
Consejos para la Tomatina
1. Llevad ropa vieja que no queráis conservar
2. Mejor zapato cerrado o atado que chanclas, las puedes perder.
3. Estruja (squeeze) los tomates antes de lanzarlos a la gente.
4. Ten cuidado con los camiones, las calles son muy estrechas.
5. Cuidado con tus objetos de valor, llévalos en una bolsa impermeable.
6. Lleva gafas de bucear para proteger tus ojos, y colirio para luego porque a pesar de las gafas puede molestarte.
Descarga aquí gratuitamente un pdf sobre la tomatina que puedes usar en clase.